Como ellos mismos dicen… “al fina nos hemos liado”.
Una boda sencilla, íntima. De esas donde está quien tiene que estar, sin compromisos, sin ataduras.
Una comida excepcional el el Hotel Sorolla, en un salón acogedor y cálido.
Con nuestra decoración tratamos de potenciar esa cálida sensación con un poco de color y vida. Para ello usamos verde eucaplipto, cristal, velitas, blanco y color burdeos. Algo sencillo pero con encanto, sin romper la luminosidad del salón pero otorgando un poco de color.
Además preparamos una mesa dulce/salada. Algunas chuches para los más golosos y frivolidades, bocadillitos etc, saladas elaboradas en la panadería para quien quería merendar. ¡No quedó ni una!
Además, como siempre, colocamos los regalitos especiales que lo novios habían preparado para sus amigos y padres.
Gracias por vuestra confianza.